Cuando nos acercamos a una área con grandes árboles semi sumergidos, o caídos en la orilla, tocones, marañas de ramas, arbustos dentro del agua, cuando toda esta tipología de cobertura nos transmite la sensación inequívoca de que allí se esconde el bass que buscamos…, es entonces cuando rápidamente, en acto reflejo, agarramos el equipo de jig, texas, vinilos montados con anzuelos plomados etc. Es lo convecional y seguramente no nos equivocamos al afrontar este tipo de zonas con dichos señuelos difíciles de perder, y quizás lo último de todo aquello que se nos pasaría por la cabeza sería lanzar ahí mismo un crankbait, verdad? ….y si nos equivocamos?
Asociar un crankbait con madera se puede entender como una locura, la peor de las pesadillas para un crankbait, un suicidio que nos hará perderle el cariño al señuelo a las primeras de cambio. Nos sentimos intimidados por el desafío o simplemente no nos lo permite nuestra lógica, y aunque nos digan que en el mercado hay cranks destinados para pescar en madera seguimos, a la hora de la verdad, dejándolos en el banquillo de los desahuciados.
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| Un Squire Bill vintage originario |
Según el dicho americano existen tres señuelos con los que se puede pescar durante todo el año y en casi todas las masas de agua: jig, spinnerbait y Square Bill o lo que es lo mismo crankbait específico para pescar en madera. Esta tipología de crankbait es precisamente uno de los diseños más antiguos, caracterizados por un cuerpo compacto y una pala corta y robusta, diseñados para desenvolverse bien en las coberturas y desviarse al contacto con las superficies duras.
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| otro diseño vintage clásico |
Estos primitivos señuelos estaban, en un principio, realizados en madera de balsa y tenían la facultad de eludir con facilidad los obstáculos gracias a la combinación de flotabilidad, acción vibrante y diseño de la pala, los originarios tenían la paleta metálica. Con el tiempo casi todas las marcas especializadas en bass fueron incluyendo uno o varios crankbaits de este tipo entre sus productos, pues se trata del crankbait más clásico y aun hoy día sigue siendo una de las herramientas más utilizadas por los profesionales en los circuitos. Aquí, sin embargo, al otro lado del charco, la palabra crankbait la asociamos a un señuelo de peso medio-alto, con pala larga para pescar en rangos medios o profundos y lanzarlo en aguas abiertas o despobladas de cobertura, quizás aquí, conozcamos solo la punta del iceberg en referencia al mundo de los crankbaits.
La familia de los Squire Bill ha ido evolucionado con el tiempo, sobre todo en cuanto a los materiales empleados, funcionalidad y prestaciones, logrando señuelos técnicamente perfectos con minuciosos estudios a sus espaldas, y muchas horas de bancos de pruebas, se ha ido mejorando sensiblemente la parte técnica, pero el cometido sigue siendo exactamente el mismo por el que fueron tallados a mano sus antecesores.
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| SB 55 Molix, un Squire Bill de modernas prestaciones |
El objetivo de la proyección de un Squire Bill es justo sortear los posibles obstáculos con facilidad, adentrarse en los apostaderos intrincados, rebotar entre las ramas, y provocar la picada de reacción de los peces que no están habituados a ver invadido su espacio por un señuelo con pala y poteras. Para ello el diseño de la pala es fundamental, más incluso que el del propio cuerpo, generalmente angulada, casi cuadrada, ancha y robusta. Será la encargada de soportar los impactos y esconder a su vez el cuerpo del señuelo, y dar a éste el ángulo de navegación adecuado, evitando que se trabe y que el señuelo se dañe. Como todas las técnicas lanzar un Squire Bill en coberturas difíciles requiere cierta habilidad y convencimiento, ser conscientes que es una estupenda herramienta pero que tenemos también que poner nuestra técnica y empatía en lo que hacemos. En los EEUU hay profesionales especializados en estos señuelos que pueden llevarse todo el día lanzando un Squire Bill entre ramas y obstáculos, sabedores de todo su potencial.
La técnica que debemos emplear para sacarle el máximo partido es precisamente no intentar evitar la cobertura, sino todo lo contrario, provocar el “choque”con ésta, en el que el crank detiene su marcha y seguidamente se libera cambiando de dirección, torciéndose o rebotando provocando una vibración diferente, aparentando un pez desorientado o un cangrejo que deambula por la cobertura, la reacción del bass será superior a su racionalidad e instintivamente lo atacará en la mayoría de las circunstancias, sobre todo por la suma de vibraciones irregulares que va a percibir mediante su línea lateral más que por el efecto visual que produce. Las paradas, rebotes y demás irregularidades desconcertará a los peces pues no lo asocian con los engaños a los que están acostumbrados de acciones mucho más convencionales y sospechosas. El factor color del señuelo es relegado a un segundo plano, primando la acción y el sonido que produce al contactar con los obstáculos. El uso de gafas polarizadas nos ayudará a tener más control sobre el señuelo y poder alternar posibles cadencias de recogida entre los obstáculos, pausar nuestro protagonista durante unos segundos en las inmediaciones de ramas, troncos o cualquier otro tipo de vegetación pueden ser igualmente mágicos para desencadenar un ataque sin miramientos. La mayoría de los Squire Bill están ideados para pescar en rangos menores a 1,5 mts., aunque también existen para algo más de profundidad.
Igualmente podemos usarlo como señuelo de búsqueda, o eliminación de áreas, por su capacidad para cubrir agua podrá dilucidarnos en que tipo de coberturas se encuentran los peces.
Para aquel que nunca haya desafiado su lógica tirando un crankbait en la cobertura entiendo que no es para nada fácil aventurarse, pero si no lo hace, posiblemente, estará perdiendo oportunidades de capturas y frenando su destreza como pescador haciendo “algo diferente”, soy de los que piensan que para hacer siempre lo mismo mejor nos quedamos en casa....
Inducirte a esta “locura” la verdad no me dará cargo de consciencia por que sé que un buen Squire Bill cumplirá su cometido, solo falta que lo mires con buenos ojos y te atrevas…
