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"Square Bill Fantasy" autor César Pecellín | 2018 | pintura digital

domingo, 2 de abril de 2017

Elección del color de los señuelos, nociones básicas y factores

         Los peces que basan su alimentación en la depredación detectarán un señuelo mediante la vista, vibración, sonido u olor, siendo la visual la vía más lógica y habitual en la mayoría de los casos. La industria de la pesca abruma con un universo de propuestas de colores de señuelos para satisfacer las necesidades de los usuarios, siendo el sector del bass el más sensible y extenso. No es por casualidad, es la genética de este maravilloso pez el detonante de la estratosférica infraestructura que se mueve a su alrededor, las distintas formas de pescarlo, su agresividad, irascibilidad y sus incógnitas son los motores de este mundo de color y fantasía…¿Pero a la hora de anudar un señuelo sabemos porqué elegimos un color determinado?, ¿por su estética?,¿simple intuición?, ¿oyendo los consejos de un amigo o lo hacemos con criterio propio siguiendo unos mínimos parámetros o conocimientos?




Para la persona que se inicia en este mundillo la elección de los colores de los señuelos puede ser todo un rompecabezas, y a no ser que tenga a alguien que le asesore le asaltaran mil y una dudas. Hay muchísimas más imitaciones de especies y colores en las tiendas de pesca que de las que un bass pueda alimentarse naturalmente en toda su vida. ¿Entonces para que tantos colores?, ¿influye mas el color o la acción?. Un día podemos capturar un gran bass con un color determinado, pero…¿quiere decir que desde ese momento será un color infalible?

Se han realizado muchas investigaciones acerca de la visión de los basses y sobre como éste reacciona ante los colores, los resultados, además de que es obvio, como el resto del mundo animal, que no ven como los seres humanos y que perciben a través de un medio diferente al nuestro, éstos estudios coinciden en que la visión del bass disminuye sobre la gama de azules, púrpuras y rojos, siendo la gama cromática entre verdes y marrones las más visibles en condiciones normales. Esta aseveración casa con que es precisamente ésta última, la gama de colores más amplia que ofrecen los fabricantes sobre todo en cebos blandos. Seguramente no sea por el atractivo del color sino por que es el que mejor detecta mediante la vista.

Recuerdo hace ya muchos años cuando apareció en el mercado un aparato como toda una revolución tecnológica que nos “solucionaba el problema”, pues recomendaba que color aplicar según las circunstancias. Funcionaba mediante una sonda que bajábamos hasta la profundidad deseada, calculando según claridad, temperatura y ph del agua. Pareció ser un gran paso para desvelar el misterio del color perfecto a cada situación, pero con los años cayó en desuso, por lo que más bien fue un espejismo que una solución, y en la actualidad a pesar de la tecnología seguimos igual que antaño.Para mi modo de entender me alegro que sea así, pues se perdería gran parte del atractivo de este deporte.

La ecuación del color hay quien la resuelve aplicando el dicho a agua clara colores claros y en agua tomada serán los colores oscuros los más eficaces. Si esto fuera tan simple sobrarían la mayoría de colores que nos proponen los fabricantes, y sin embargo no existe el color que no tenga su momento productivo por muy estrafalario que éste sea. Como puedes comprobar las incógnitas afloran cada vez que nos paramos a pensar un poco e intentamos razonar sobre lo que estamos haciendo.

Diferentes tipos de color soft bait
Hay muchos pescadores para los cuales el color no es algo prioritario.A mi entender una buena elección del color es muy importante, al igual que lo son otros factores como la localización, presentación u otros factores técnicos o estratégicos, es una porción más del conjunto de factores para pescar de una forma lógica y eficiente. Todo debe ir en consonancia, de nada sirve elegir el mejor color si estamos en la zona equivocada, si nuestra presentación no es la correcta o la acción o tamaño de nuestro señuelo no son los adecuados. Aunque no es una ciencia exacta, ser certeros en la elección del color nos ayudará a ganar tiempo y disfrutar más de nuestras jornadas de pesca.


Si te gusta evolucionar con criterio y no dejar nada a la improvisación o a “pescar de oídas” afortunadamente existen unas reglas básicas que nos ayudarán a comprender y simplificar el proceso de elección de los colores. Éste proceso se basa en tres factores: claridad del agua, condiciones y la confianza propia.

En primer lugar uno debe ser consciente de la claridad de la masa de agua donde va a pescar. Recuerdo el seminario que impartió KVD en Madrid hace ya años, lo primero que hizo en la práctica, antes incluso de botar el barco, fue aproximarse a la orilla y echar un par de señuelos al agua para comprobar su estado. Obviamente no podemos comparar la preparación de un mega profesional como Kevin pero tener en cuenta la claridad del agua será el factor más crítico para una elección correcta del color. Dependiendo de ésta, el bass lo detectará visualmente de manera distinta ya que el impacto de un color será diferente según la luminosidad. A mayor claridad del agua mayor será el grado de penetración de luz lo cual incidirá en la productividad del color que estemos empleando.

Colores oscuros recomendados para aguas frías y tomadas

Básicamente la claridad del agua podemos clasificarla en 5 tipos: Ultra clara, clara, clara-verdosa, turbia y muy turbia. Podemos establecerla dependiendo de la profundidad a la que son visibles nuestros señuelos, desde escasos centímetros en el caso de agua muy turbia a varios metros en caso de aguas ultra claras.

A medida que el día avanza en una jornada, la luz por norma general será más brillante y los patrones de color pueden variar dependiendo de la filtración de la luz. El primer color que tiende a desaparecer en el espectro de colores con alta visibilidad será la gama de rojos. El viento también afectará a la penetración de la luz, con lo cual se sumará también como variable en la ecuación de la luminosidad. A mayor viento menor será la luminosidad dentro del agua y repercutirá en menor grado sobre los colores. La profundidad lógicamente también afectará y los colores variarán de intensidad según el rango en el que pesquemos, siendo la gama de rojos los primeros en perder visibilidad y los azules y oscuros los que perduren visualmente a mayor profundidad.


Con spinnerbait los colores shad no son
solamente los únicos eficaces
En el agua turbia donde la visibilidad es escasa y donde la luz penetra mínimamente será el momento de emplear los colores de alto contraste como los chartreuse, lemon, y fire tiger preferiblemente en aguas cálidas y oscuros en aguas turbias y frías. Aunque he tenido jornadas en las que los mejores colores en condiciones de aguas totalmente chocolate han sido paradójicamente tonos neutros como los watermelon o smoke. Mi experiencia cuando estuve en el B.A.S.S. Nation en Ouachita River (Louisiana) fue precisamente en agua muy fangosa, donde es la naturaleza del entorno la que mantiene el agua siempre turbia, el bass está habituado a alimentarse en esas condiciones donde los señuelos a una cuarta de agua ya desaparecen a la vista, sin embargo pude comprobar durante los entrenos como colores como el blanco o un color natural indicado para aguas claras como el ghost gill funcionaban muy bien de forma casi incomprensible. Por deducción al ser unas condiciones de turbidez permanente el bass ha adaptado su visión y el resto de sus sentidos a su alimento habitual aunque éstos sean de tonalidades neutras o naturales. Muy diferente es cuando son circunstancias eventuales de aguas turbias, que pueden durar semanas o escasos meses donde los colores de fuerte contraste sean los más productivos ya que al bass no le da tiempo a habituarse y estas tonalidades serán las que mejor detecten.



Otro patrón sobre el color que se suele aplicar es en base a la temperatura del agua, se trata de utilizar colores oscuros en época invernal, como green pumpkin, black/blue, black/red, tonalidades craws en los artificiales etc... y a medida que el agua va aumentando de temperatura ir aclarando las presentaciones de color de nuestros artificiales a tonos más neutros y claros. Con el calentamiento del agua los basses comienzan a activarse y empiezan a perseguir los bancos de peces pasto, como norma general colores que incorporen contrastes de tonos como vinilos laminados o bicolor y artificiales que alternen colores claros con oscuros, como azules, marrones o púrpuras serán los más eficaces. Si el agua continúa ascendiendo, será el momento de ir gradualmente naturalizando nuestros colores, ciñéndonos más al alimento habitual del bass, sobre todo imitaciones de shad como pueden ser los pálidos, cromos, ghost o colores naturales de cangrejos, perca sol u otros animales acuáticos.

Llevo muchos años oyendo comentarios de pescadores poniendo en duda la eficacia de colores que escapan a sus lógicas por ser diferentes, digamos “poco naturales”, y yo me pregunto: ¿habrán conversado alguna vez con un bass al respecto?. Puedo asegurar que estos eruditos tendrán que cambiar mucho su forma de pensar para avanzar y comprender a este pez. Centrarnos de manera exclusiva en los colores y formatos de semejanza natural limitará mucho nuestras expectativas.

Apostar por colores diferentes tendrá
casi siempre doble satisfacción 

Además de ser un animal que no ve igual que nosotros, el medio y las circunstancias, como he descrito antes, harán que los colores los perciban de manera muy diferente a nosotros. La claridad, luminosidad y la profundidad distorsionarán los colores, y ya que no tenemos la suerte de que un bass nos cuente como los prefiere en cada momento, tendremos que hacer lo posible para pensar como él, “desde dentro del agua” y no desde fuera…

Doblete en aguas turbias, en este caso fue la acción del señuelo la clave

Por ejemplo cuando pescamos en superficie en condiciones de poca visibilidad, al amanecer o atardecer los colores que mejor van a percibir los basses serán los oscuros, apreciaran mucho mejor el contraste que si usamos colores naturales ya que la silueta proporcionará un perfil más perceptible en contraposición con la superficie del agua. Por esta razón casi todos los señuelos de superficie se fabrican también en un color negro u oscuro.

Paradójicamente existen colores “malditos” para muchos, que son los que suelen coger polvo en las estanterías de las tiendas y terminar el la caja de las ofertas y sin embargo esos mismos son mágicos para otros…¿Quién tiene la razón? en la mayoría de los casos no la tendrá el que no los ha probado lo suficiente. Suelen ser los casos de colores como los pink, chartreuse, fluor, totalmente negros u otras combinaciones raras al ojo de la mayoría. Todos ellos tienen su función, incluso existen técnicas empleando exclusivamente estos colores, pero quizás este tema de de si para un próximo artículo.

 Las posibilidades técnicas hoy día en el proceso de fabricación permite ofrecernos terminaciones realmente interesantes y aplicables para todo tipo de aguas, en el caso de los cebos blandos son muy interesante las incorporaciones proporcionales de glitter o flash, técnicas de inyección de colores o terminaciones hiperrealistas y en el caso de los hard baits terminaciones holográficas o combinaciones de distintas aplicaciones realmente espectaculares, estos acabados pueden servirnos de ayuda para poder despertar la curiosidad del bass en circunstancias de apatía sobre otras coloraciones más estándar.

distintas coloraciones naturales empelando técnicas actuales

Por medio de la observación del medio también podemos obtener mucha información sobre la alimentación del bass en un momento concreto o área y nos puede poner sobre la pista de las peculiaridades del color que tomarán de manera más confiada. Al igual que los pescadores de truchas montan sus moscas acorde a los insectos que deambulan por los márgenes del río, el pescador de bass puede tomarlo como referencia, siendo mano de santo en muchas situaciones. Pararnos a observar puede ayudarnos a ganar tiempo. Por ejemplo si capturamos un bass comprobar su coloración, si es anaranjada su librea será signo de que su dieta está basada fundamentalmente en cangrejos, mirar su vómer o tocar con cuidado su vientre, si es blando su alimento básico serán peces. Si casualmente un pez regurgita cangrejos ver que tonalidades tienen ya que éstos pueden variar mucho según el embalse y la época del año. Dientes desarrollados también será indicativo que se alimentan de peces, ya que los de los basses que están habituados a comer cangrejos serán más romos. Observar la talla y coloración de los peces pasto también servirá en muchos casos como referencia pues pueden variar de un lugar a otro.
El color de las libélulas u otros insectos, o simplemente invertir unos minutos acercándonos a la orilla, observar su naturaleza y los posibles seres vivos o rastros de éstos.


Aunque encontremos un patrón de color que más o menos nos funcione tenemos que ser prudentes por que si nos desplazamos a otro lugar del embalse puede que creamos que no hay peces o que en esa área no están activos, cuando puede obedecer a variables en las condiciones las cuales no percibamos en ese momento, como pueden ser cambio de dirección del viento, intensidad de éste, coloración del agua, temperatura etc.., cualquier variación en el ambiente puede afectar a que el color no sea tan productivo como en la zona en la que hemos pescado anteriormente.

No hay reglas infalibles, hay veces que aunque lo hagamos todo según los cánones o patrones no nos funcione como esperamos. Por eso debemos equilibrar siempre los conocimientos teóricos pero paralelamente sacar nuestras propias conclusiones, experimentando, y haciendo nuestros propios descubrimientos. Hacer anotaciones, y tener nuestros propios criterios sobre el color, eso también es parte de la pesca del bass y de su atractivo, y nos proporcionará la confianza necesaria en los momentos más críticos. La mayoría de profesionales suelen simplificar este apartado haciendo una selección muy personalizada de los colores en los cuales tienen depositada la confianza según sus experiencias, a modo de comodines que aplican según cada situación, y por muy dispares que puedan ser, en general suelen proporcionarles bastante éxito. Sin duda, la confianza desde la experiencia propia es fundamental y se traducirá en resultados positivos casi siempre, en todo caso jugar con la selección de colores se convertirá en una variable más del puzzle para poder encontrar el patrón del color que nos funcione en una situación determinada. Dominar y equilibrar los parámetros descritos hará maravillas para desvelar el misterio.

Para concluir diré que empatizo con todas las incógnitas que el bass nos proporciona, prefiero que no sea una ciencia y que su mística se mantenga. Todo lo que aprendamos sobre él y sus hábitos nos servirá de mucho pero tenemos que contar siempre con la excepción que confirma la regla. Encontrar un patrón de color no quiere decir que sea el único valido, será nuestro patrón. A él sumaremos nuestro estilo de pesca y muchas variantes individuales que intervienen y por supuesto nuestra confianza, todo repercutirá y lo que a unos funciona seguramente no funcione a otros y viceversa. Precisamente son estos dilemas los que nos mantienen en vilo y hace que nos desquiciemos por descifrar las claves del pez estrambótico por excelencia. Por mucho que creamos que lo dominamos, o tecnología y avances que apliquemos, afortunadamente el bass siempre irá por delante y no dejará de sorprendernos…